Seguramente te hayas eco de que los fabricantes de yogures y postres lacteos no pueden etiquetar a un yogur como tal, si no cumple con ciertas características. Pero, ¿sabes cuáles son?, ¿sabes realmente la diferencia entre un yogur y un postre lácteo?, ¿sabes en qué te afecta consumir uno u otro? Sigue leyendo y te lo contamos todo.
En el Real Decreto 271/2014, de 11 de abril, se aprueba la Norma de Calidad para el yogur o yoghourt en la que se tiene por objeto el establecimiento de las normas básicas de calidad para la elaboración y comercialización de este producto.
Y es que, no todos los productos lácteos que se venden poseen las cualidades concretas para poder llamarse yogur, de ahí, que aunque el envasado sea el mismo, no en todos pone expresamente dicha palabra.
El Artículo 8 de esta norma cita: «Queda prohibido el empleo de las palabras yogur o yoghurt en la denominación de cualquier producto, citándolas incluso como ingredientes, si no cumplen los requisitos de esta norma. Dichos requisitos deberán cumplirse, en tales casos, en el momento de su adquisición por el consumidor final».
¿Que características tiene que tener el yogur para poder llamarse así?
La Norma, en su artículo 2, recoge como definición de yougur o yoghurt «El producto de leche coagulada obtenido por fermentación láctica mediante la acción de Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y Streptococcus thermophilus a partir de leche o de leche concentrada, desnatadas o no, o de nata, o de mezcla de dos o mas de dichos productos, con o sin la adición de otros ingredientes lácteos indicados en el apartado 2 del artículo 5, que previamente hayan sufrido un tratamiento térmico u otro tipo de tratamiento, equivalente, al menos, a la pasterización.
El conjunto de los microorganismos productores de la fermentación láctica deben ser viables y estar presentes en la parte láctea del producto terminado en cantidad mínima de 1 por 107 unidades formadoras de colonias por gramo o mililitro«.
En resumidas cuentas, que si el producto terminado no dispone de 10.000.000 de unidades de bacterias vivas por gramo o mililitro (y únicamente las bacterias que hemos nombrado anteriormente), está prohibido utilizar el término.
¿Y hay alguna diferencia para mi salud si consumo uno u otro?
Aunque ninguno de los dos productos son perjudiciales, siempre y cuando no se abuse de ellos, sobre todo si no es en su versión desnatada, los beneficios en la salud se le atribuyen a los yogures, ya que son los que contienen bacterias y fermentos lácticos que son los responsables de mejorar el quilibrio de la flora intestinal, así como de estimular el sistema inmunitario del organismo.
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